Me habían contado más de una ocasión de la bajada de los «Toboganes» en la Primavera, pero no había tenido el gusto de conocerla, así que ese fue el objetivo que nos fijamos para este rodada.
La cita era a las 6:30 hrs para comenzar a pedalear alrededor de las 7, cabe decir que me quedé un poco dormido y que salí unos cuantos minutos tarde, solo 8 minutos.
Subimos en el vehículo hasta el ocho y medio, en esta ocasión decidimos comenzar a rodar desde este punto y así ganar un poco de tiempo para ir y disfrutar sin prisas la bajada de «Toboganes» y el regreso que implica un poco de esfuerzo para subir.
La ruta programada era de «8.5-Glorieta-Toboganes-Vaca-8.5», así que comenzamos, al llegar nos percatamos hacía un poco mas de frío del esperado, no nos podíamos ni mover, estuvimos a punto de regresarnos para ir a desayunar algo caliente, eso solo duró los primeros 5 minutos, una vez que tomamos ritmo de pedaleo el frío fue desapareciendo.
Comenzamos por el camino ancho, pasamos estación bicicleta y seguimos otro tramo por este camino, hasta llegar a un punto en el que Orlando me indicó que era por la brecha que se veía, aproximadamente al kilómetro 4 desde nuestro punto de partida.
El sendero comenzó con una zona que va pegada a un pequeño barranco a tu izquierda, una vez que pasas esta zona llegas a un pequeño llano, en el cual no hay mayor problema para pedalear y disfrutar de estar en comunidad con el bosque, este sendero nos llevaría hasta el «punto de control». Aquí se unen los caminos que te llevan a Glorieta y a Toboganes.
Decidimos explorar hacia la Glorieta, Orlando nunca la había rodado y simplemente nos dedicamos a seguir el camino, hubo un punto en el que había varios caminos, escogimos el de la derecha pero este nos llevó a un punto donde ya no se podía seguir lo que nos obligó a regresar y terminar esa pequeña exploración, desandamos y terminamos de nueva cuenta en el punto de control para en esta ocasión ir hacia lo que era el platillo fuerte del día, los «Toboganes».
Desde que tomas la brecha, te puedes dar cuenta que el camino es cuesta abajo, poco a poco comienzan a aparecer los muros a los lados y el camino ir por en medio de ellos, es realmente como si fueras en un tubo, asemejando a los toboganes de los balnearios. Realmente es una zona hermosa, tiene unas pequeñas bajadas bastante técnicas, un par de ellas, estas tienen piedra y es lo que aumenta su grado de dificultad, pero la mayoría es una brecha que si bien no es un paseo dominical, es un descenso bastante emocionante y gratificante para todos los que amamos este bello deporte.
Al inicio de la bajada, podrás encontrar un letrero que indica «Inicia toboganes» y es en este momento que sabes que no hay marcha atrás, una vez que comienzas tendrás que llegar hasta el final. Es una bajada totalmente recomendable, misma que poco a poco que vayas conociéndola podrás ir aumentando la velocidad y por ende la adrenalina. Para finalizar toboganes hay una bajada llena de piedra que es un poco complicada y que puede ocasionar alguna que otra caída.
Una vez que terminamos el emocionante descenso, viene lo que siempre ocurre, el regreso y con un poco de subida, este lo realizamos por el camino ancho, deben de ser unos tres kilómetros de ascenso que implican un mediano esfuerzo, a decir verdad no es tan exigente, posteriormente seguirás subiendo un poco pero de un esfuerzo aún menor.
Para terminar el recorrido, decidimos desviarnos hacia la «Vaca muerta» para agregarle un poco mas de emoción y de bajada. Así de paso evitamos seguir por el camino ancho. En esta ocasión me pareció que logré descender con mejor ritmo este tramo, pero aún creo que es posible bajarlo mucho mejor.
Al terminar nuestro recorrido llegamos al ocho y medio, punto de inicio, para con esto finalizar el circuito propuesto para este día y con nuevas energías al haber estado en unión con nuestra madre naturaleza.
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